miércoles, 18 de febrero de 2015

HUMO DE CIGARRILLO

Humo de cigarrillo   Tito Azócar E.
Nace fino y muy lento
crece y crece, sube y sube.
se expande y  abre lentamente
hasta desaparecer,

como la vida misma.

LOS PASOS

Los pasos                    Tito Azócar Escamilla

Los pasos tienen el sonido
que evoca caminos recorridos;
que evoca tiempos de día  y noche;
tienen un ritmo según pasa la vida.

Los pasos retumban o son del silencio.

A los pasos se unen ecos de distancia.
Se unen ecos de lamentos,  de oscuridad.

Pasos de la prepotencia humana
o pasos sigilosos ante el sufrimiento del ser.

Los pasos marchan hinchados de poder.
Los pasos marchan gritando libertad.

Los pasos de amor son lentos y hablantes;
los pasos de amor van con manos en los bolsillos;
los pasos de amor escuchan y dicen silenciosamente.

Hay pasos que estropean todo a su paso.
Hay pasos que remendan todo a su paso.
Y hay pasos que aceleran al matar
y pasos que corren latentes  a curar.

Quiero que sientas tus veloces pasos
para  que escuches  su el eco en la procesión;
para que escuches su eco en tu misiva
y su eco en tu mundo de pasos olvidados.

En el cementerio los pasos resuenan al compás de la vida.
Es como marcial el compás de los pasos en el campo santo.
Alerta el oído al compás de los pasos dados tras el féretro.

Hoy o mañana, estaremos atentos al compás por dentro.

jueves, 24 de enero de 2013


QUIÉREME, QUERIENDO.    Tito Azócar E. 

QUIÉREME Y SIGUE QUERIENDO
PORQUE TE QUIERO QUERIENDO;
PORQUE TE QUIERO TANTO
SI TU QUIERES, TE QUIERO.
NO TEMAS QUERER QUERIENDO
QUE YA QUERIENDO TE QUIERO.
LOS QUERERES Y EL QUERER
ESTÁN PIDIENDO QUE QUIERAS.
QUIERO QUERER QUERIENDO
A QUIÉN ME QUIERA QUERIENDO.
QUIÉREME Y SIGUE QUERIENDO
PORQUE QUERIENDO… ¡TE QUIERO!.

18 de enero de 2013

Cuando la muerte cumpla su misión,
es mi deseo no perturbar la vida.

Quiero vestir tal cual sin cambio de ropajes.
Un ataúd de madera, el más barato.

Sólo mis seres queridos que quieran.
El público para nada. No quiero molestar.

Ojalá, sigan el féretro no más de diez.
Sé lo que valgo y la palabra es nada.

Ninguna flor muerta acompañe mi muerte.
Ninguna palabra diga lo que no es verdad.

Que las brasas abracen  los huesos y la carne
y que el polvo se tire y que no vuelva jamás.

Mi nombre ya no existe y no se vuelva a nombrar.
No figure en losa, ni  en madera ni en ningún  lugar.

A nadie pido nada después del  vendaval;
sólo algunos rezos,  por si arriba me va mal.

Ya me dijo adiós el pelo y mis dientes ya no están.
La fuerza de mis dedos de dolor no aguanta más.

Reconocer rostros, sin lentes, vergüenza ya me da.
Recoger una moneda es imposible a esta edad.

Mis acreedores comienzan por mi amor,
siguen por quien  escucha y por muchos más.

¿Qué hice en esta vida? : Sólo pedir y pedir;
gozar, correr, mirar, deprimirme y nada más.

Señor, perdona mis deudas,  ya que otros…
nunca, nunca, jamás perdonarán.

Sólo uno me regaló su amistad y un palo.
Que Dios le haga reserva  en su reino celestial.

Que un coro de hojas se deslice en lo natural
y que una orquesta de brisas inicie mi final.


sábado, 28 de abril de 2012


El hombrecillo perfecto


Se despertó el hombre perfecto.
Era una mañana perfecta.
Su mujer perfecta
dormía un sueño perfecto.
Se  dio un baño perfecto
en la ducha perfecta.
Se vistió con su ropa perfecta
y  tomó un desayuno perfecto.
Hizo andar su automóvil perfecto
y partió a su trabajo perfecto.
En el viaje imperfecto
muchos hoyos imperfectos;
mucha gente imperfecta
manejaba vehículos imperfectos.
Llegó a su oficina perfecta
y realizó su trabajo perfecto.
Llamó a sus empleados imperfectos
y les dio un discurso perfecto.
Les pagó un sueldo imperfecto
y los mandó a un trabajo perfecto.
Terminó su labor perfecta
y regresó a su hogar perfecto.
Lo recibió su mujer perfecta
con un beso pluscuamperfecto.
El hombrecillo perfecto
se sirvió una cena perfecta.
Vio las noticias imperfectas
y se acostó en su cama perfecta.
Dio las buenas noches perfectas
y partió a sus sueños perfectos.
Su mujer perfecta
pensaba en su hombre perfecto:
mañana será otro día perfecto;
con mi amante imperfecto
pasaremos otro día imperfecto
y otro día imperfecto
y otro día imperfecto,
gracias a mi hombre perfecto.