sábado, 28 de abril de 2012


El hombrecillo perfecto


Se despertó el hombre perfecto.
Era una mañana perfecta.
Su mujer perfecta
dormía un sueño perfecto.
Se  dio un baño perfecto
en la ducha perfecta.
Se vistió con su ropa perfecta
y  tomó un desayuno perfecto.
Hizo andar su automóvil perfecto
y partió a su trabajo perfecto.
En el viaje imperfecto
muchos hoyos imperfectos;
mucha gente imperfecta
manejaba vehículos imperfectos.
Llegó a su oficina perfecta
y realizó su trabajo perfecto.
Llamó a sus empleados imperfectos
y les dio un discurso perfecto.
Les pagó un sueldo imperfecto
y los mandó a un trabajo perfecto.
Terminó su labor perfecta
y regresó a su hogar perfecto.
Lo recibió su mujer perfecta
con un beso pluscuamperfecto.
El hombrecillo perfecto
se sirvió una cena perfecta.
Vio las noticias imperfectas
y se acostó en su cama perfecta.
Dio las buenas noches perfectas
y partió a sus sueños perfectos.
Su mujer perfecta
pensaba en su hombre perfecto:
mañana será otro día perfecto;
con mi amante imperfecto
pasaremos otro día imperfecto
y otro día imperfecto
y otro día imperfecto,
gracias a mi hombre perfecto.